Existen varios tipos de instalaciones eléctricas industriales, diseñadas para satisfacer las necesidades específicas de entornos industriales. A continuación, se mencionan algunos de los tipos más comunes:
Estas instalaciones se encargan de distribuir la energía eléctrica desde la fuente de suministro principal hasta los diferentes equipos y sistemas dentro de una planta o fábrica. Incluyen transformadores, interruptores de potencia, tableros de distribución, conductores y protecciones eléctricas.
En entornos industriales, es común el uso de motores eléctricos para alimentar maquinaria y equipos. Estas instalaciones se ocupan de proporcionar la energía eléctrica necesaria para el funcionamiento de los motores y los sistemas de control de velocidad y arranque.
Para garantizar la continuidad de las operaciones en caso de fallas en el suministro eléctrico principal, se pueden instalar sistemas de energía de respaldo, como generadores diésel o baterías de respaldo. Estas instalaciones se encargan de proporcionar energía auxiliar durante interrupciones o apagones.
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