Las torres de telecomunicaciones son estructuras altas y delgadas en la cual su diseño incluye cables de acero que proporcionan estabilidad y soporte contra cargas laterales y vientos fuertes; y donde la construcción de una torre más ancha no es viable debido a limitaciones de espacio o de costo
Su diseño estructural y su estabilidad inherente les permiten mantenerse en pie sin necesidad de apoyos externos, lo que las hace adecuadas para una variedad de aplicaciones donde se requiere una estructura vertical independiente.
Son estructuras utilizadas para la observación y monitoreo de áreas extensas. Estas torres autosoportadas se instalan en lugares estratégicos y se utilizan en aplicaciones de seguridad y vigilancia, como en aeropuertos, fronteras, parques nacionales y áreas industriales.
Es una estructura de acero formada por una red de vigas interconectadas en forma de celosía. Proporciona una alta resistencia y es liviana en comparación con otros tipos de torres. Las torres de celosía son versátiles y se utilizan ampliamente en la industria de las telecomunicaciones.
Las torres arriostradas se utilizan para montar cámaras de vigilancia en zonas urbanas y rurales, áreas de alta seguridad, como aeropuertos, puertos, instalaciones militares, entre otros.
Está construida con secciones de hormigón prefabricado que se apilan una encima de la otra para formar una torre. Las torres de hormigón son robustas y resistentes, lo que las hace ideales para ubicaciones con condiciones climáticas extremas.
Este tipo de torre consta de secciones deslizables que se pueden extender o retraer según sea necesario. Es ideal para aplicaciones donde se requiere ajuste de altura y portabilidad.
Se utilizan para soportar antenas de radio y televisión, antenas de telefonía móvil, antenas de internet inalámbrico, enlaces de datos, etc.
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